
Litorales paradisiácos: tres playas para relajarse frente al Pacífico chiapaneco
Chiapas guarda joyas costeras que todavía conservan su esencia natural, su ritmo propio y una calidez humana que te abraza.
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Aquí, entre cocoteros, esteros y arena suave, se encuentran tres atractivos donde el mar y la tierra se encuentran con armonía.

Centro Ecoturístico El Madresal, el rincón donde uno duerme tranquilo con el mar
※ Es un espacio para el turista que gusta del descanso; además de poder realizar tours para apreciar la flora y fauna que se conserva en la zona de manglares costeros del Soconusco, refugio de aves y mamíferos. Es un centro de ecoturismo sustentable, pues en sus servicios turísticos utiliza energías limpias, coordina sus actividades mediante el sistema de gestión de calidad, para asegurar la plena satisfacción de sus visitantes y la conservación de los humedales, que forman un ecosistema importante en esta franja costera del estado.
※ Cuenta con cabañas cómodas y ecológicas, ofrece actividades en playa, estero natural y zona de pesca; el restaurante palapa ofrece mariscos cocinados con la tradición lugareña. Cuenta con certificación como empresa de calidad turística.
¿Cómo llegar? 𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪
▌Se localiza a 45 kilómetros de la ciudad de Tonalá. Por la carretera Tonalá – Puerto Arista, tomando el desvío a Cabeza de Toro encontrará un señalamiento que lo llevará hasta la comunidad de Ponte Duro o Manuel Ávila Camacho, donde encontrará el acceso en una de las primeras calles hacia la derecha, para arribar a donde se localiza el embarcadero y las lanchas que lo internan por el estero hasta su arribo al centro turístico.

Playa Linda, el encanto escondido de Tapachula
※ Más al sur, cerca de la frontera con Guatemala, se encuentra playa Linda, una de las más tranquilas del estado. Rodeada de manglares y palmeras, esta playa de arena oscura tiene una atmósfera íntima. No es una playa turística en el sentido convencional, y eso precisamente es lo que la hace especial: aquí no hay aglomeraciones ni grandes hoteles, sino cabañas sencillas, mariscos frescos y puestas de sol sin filtros.
Es ideal para quienes viajan en busca de calma, fotografía de naturaleza o un encuentro auténtico con la costa chiapaneca.
¿Cómo llegar? 𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪
▌Se encuentra a 30 minutos de Tapachula y solo tienes que tomar la carretera hacia Puerto Chiapas siguiendo los señalamientos hacia playa Linda. También hay colectivos que hacen el recorrido desde el centro de Tapachula.

Puerto Arista, la playa más popular de Chiapas
※ Si lo que buscas es sentir la buena vibra local, probar mariscos junto al mar y caminar por la arena, Puerto Arista es el lugar. Es la playa más visitada de Chiapas y se encuentra también en el municipio de Tonalá. Su amplia franja de arena dorada con 32 km de largo, sus grandes olas ideales para el surf y la oferta de restaurantes palaperos la convierten en un clásico costero del estado.
※ Aquí se combina el ambiente familiar con el turismo regional, especialmente los fines de semana, donde puedes hacer pesca deportiva, nadar y pasear en lancha para admirar la belleza del entorno, además de andar en cuatrimoto y acampar. Durante la temporada de liberación de tortugas marinas, se puede participar en actividades de conservación y observar cómo estas pequeñas viajeras regresan al mar, un evento que deja huella.
¿Cómo llegar? 𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪𝄪
▌Si viajas en automóvil desde Tuxtla Gutiérrez, el trayecto dura aproximadamente 3 horas. Debes tomar la autopista 190 hacia Arriaga a través de la carretera de peaje 190. A medida que te acerques a la costa, llegarás a Tonalá y enseguida encontrarás el desvío hacia Puerto Arista. Si provienes de Tapachula, puedes llegar a Tonalá a través de la carretera costera y luego dirigirte hacia Puerto Arista.

Las playas de Chiapas guardan una belleza verdadera, no son lugares de postales editadas; son espacios vivos, donde la naturaleza todavía marca el ritmo y donde los sabores, los paisajes y las historias tienen una raíz profunda.
▌El Madresal, playa Linda y Puerto Arista son tres opciones distintas para encontrarse con el mar: una más apacible, otra más escondida y una muy alegre. Pero todas comparten algo en común: son puertas abiertas a un Pacífico que aún se conserva auténtico.